De forma global, las características que definen los síntomas de la hiperactividad vendrían definidos porque son niños en constante movimiento, corren en situaciones donde esta conducta es inapropiada. Son percibidos por sus padres y su entorno como excesivamente activos o como estar siempre “como una moto”. Les cuesta permanecer sentados, así que durante el tiempo que lo están se retuercen en la silla, se levantan en diferentes ocasiones, cambian de postura, etc…(APA, 2000).
Una vez más hay que tener en cuenta que ciertas conductas hiperquinéticas, no quizás emitidas propiamente como tales, sino más bien como una inquietud psicomotriz, son o deben ser entendidas como normales en niños en edades preescolares y escolares que se encuentran en pleno proceso de explorar el mundo que les rodea y para acercarnos a la calificación de conducta alterada debemos fijarnos en la frecuencia, la intensidad, la direccionalidad o intención de las mismas y sobretodo en la disfunción que generan esas conductas.
Así prototípicamente los niños con TDAH, se mueven más, pero también peor, es decir, en mucha ocasiones la conducta no tiene un finalidad en sí misma, o ésta se pierde durante su realización.
Es útil fijarnos en cuáles son las conductas hiperactivas definidas, así es frecuente que los niños, en su inquietud por conocer el mundo, se acerquen a todos aquellos estímulos novedosos. En el niño hiperactivo esta conducta pierde muchas veces este fin, de manera que se acercan a los diferentes estímulos de sucesivamente sin llegar a investigar ninguno de ellos en profundidad.
En la conducta de estos niños encontramos un alto grado de movimientos innecesarios ya sea con las manos o con los pies, aún cuando están sentados. Así muchas veces son sus padres quienes hacen referencia a que parece que siempre necesitan tener algo entre las manos o hacer algo con las manos. Todas estas conductas inapropiadas suelen venir acompañadas de ruidos, también inadecuados, que acaban molestando a la gente de su entorno.
Durante las horas escolares se levantan varias veces en clase en momentos en los que se supone deberían permanecer sentados. Son niños que tienden a hablar en exceso, lo cual no necesariamente plantea un adelanto en el desarrollo del lenguaje. También mencionar que son niños a los que les es difícil relajarse o calmarse por sus propios medios, lo que se puede confundir con un exceso de ansiedad.