La memoria operativa se desarrolla mayoritariamente entre los 5 y los 11 años. Un niño de cuatro años tiene relativamente poco desarrollada la memoria operativa y puede, en promedio, repetir alrededor de tres números que han sido leídos en voz alta. Un niño de doce años puede repetir alrededor de seis cifras, el doble. Entre los 11 y los 15 años el desarrollo de la memoria operativa es algo menor, pero sigue siendo importante.
Un chico/a de quince años se acerca a un adulto en términos de capacidad de memoria operativa y puede, en promedio recordar alrededor de siete dígitos. El aumento de la capacidad de memoria operativa durante la infancia parece ser debida a la mejora de las habilidades básicas, tales como la velocidad de procesamiento y la atención controlada, pero también al aumento del uso de estrategias.